Los baños de gong son experiencias sonoras profundamente transformadoras, donde el cuerpo, la mente y el corazón se entregan al poder vibracional del sonido. No necesitas hacer nada más que recostarte, cerrar los ojos y permitir que las ondas del gong recorran cada rincón de tu ser. Esta vibración actúa como una medicina sutil, disolviendo tensiones, equilibrando el sistema nervioso y abriendo puertas a espacios meditativos que a veces no podemos alcanzar desde la mente activa. El gong no solo suena: limpia, despierta, sostiene.
En su frecuencia, todo lo que pesa comienza a soltar, y lo esencial encuentra espacio para florecer. No se necesita experiencia previa en meditación ni en yoga: solo el deseo de volver a ti.